domingo, 16 de noviembre de 2008

sábado, 15 de noviembre de 2008

"Aquaman" muestra a un superheroe con nostalgia de infancia


El protagonista del cómic "Aquaman" es el eje del espectáculo del mismo nombre, que se presenta en el teatro del Abasto y que tiene como autor e intérprete al teatrista marplatense Diego Velázquez.
Velázquez comentó en diálogo con Télam que "Aquaman" era su superhéroe preferido en los años de su niñez, aunque "era muy 'naif' y hasta cierto punto muy inútil porque fuera del agua no servía para nada".
Pasada la adolescencia y ya instalado en Buenos Aires, no hace más de cuatro o cinco años, volvió a reencontrarse con la historieta de un "Aquaman" totalmente reformulado respondiendo a una estrategia de marketing de acuerdo a los requerimientos de la actualidad.
"Es una versión muy violenta -subrayó-. En esta etapa ha sido padre de un niño que es asesinado por un villano, al tiempo que otro malvado le corta la mano. Es así que ahora aparece con pelo largo, un garfio y un odio que lo hace no querer ver a nadie. Fue como encontrarme con una persona que yo conocía y que de repente cambió mucho".
Está claro que esos cambios en los cómics tienen que ver con el intento de vender mejor al personaje ya que con las características que tenía inicialmente, a los chicos de ahora no les interesaría.
Otro elemento decisivo en la motivación de Velázquez fue el libro de poesía de Hernán La Greca, "La fuerza", dedicado a sus amigos, a los que relaciona con figuras de superhéroes muy vencidos, derrotados, con poderes inútiles y con deseos más humanos.
Finalmente un tercer elemento se entrelazó con los ya mencionados: su experiencia de vida en Mar del Plata, a la que considera "una especie de ciudad vencida".
"Es una ciudad que tuvo su esplendor, su época de gloria, que fue una súper-ciudad pero con el tiempo se ha ido cayendo -evocó-. Nací en una ciudad que está preparada para otros y casi todo el año está vacía, donde la ausencia está muy presente todo el tiempo salvo tres meses al año en los que está invadida. Oscila entre la ausencia y la invasión".
"Mezclando todas esas cosas empecé a ordenar algo que terminó siendo este espectáculo", afirmó.
En cuanto a la estructura del espectáculo y las características que le dio al personaje, Velázquez contó: "armé una excusa, traté de encontrar un soporte escénico para que me permita decir los textos de Hernán La Greca desde el personaje del Aquaman que yo me imagino".
El punto de partida de la obra es un Aquaman trabajando en una especie de Mundo Marino, que tiene mucho de cautiverio o encierro.
En cuanto a la definición del protagonista, reconoce que "es un intermedio entre las dos versiones, es éste de ahora queriendo ser aquél, es éste con la añoranza del que fue, porque el que es ahora tampoco sirve, no tiene espacio y tampoco le va bien porque es un superhéroe que no vende".
En el espectáculo aparece como si estuviera en cautiverio, como si fuera la atracción de ese lugar, teniendo que hacer un show cada diez minutos. Lo que el espectador ve es un show, los diez minutos de espera, otro show...así hasta hacer las cuatro apariciones en público y los momentos de espera en el medio.
En esas esperas está con otro personaje, una especie de cuidador-domador. "Hay algo en esta situación de encierro como de bestia salvaje, como el león viejo y vencido, tirado en la jaula", graficó.
A pesar del indudable tono nostálgico, Velázquez sostuvo que también hay pasajes de humor. "Aquaman tiene mucha envidia de los superhéroes a los que les fue muy bien y en especial con el Hombre Araña que ya lleva tres películas en cartel", comentó "Y si bien yo no voy a buscar el chiste, hay algo de humor que surge de la misma situación", especificó en torno a una de las aristas que de la pieza que se presenta los miércoles a las 21 en la sala sita en Humahuaca 3549.

A manera de resumen comentó que en la propuesta "hay una dualidad entre aquello que se fue y esto que se es hoy".

domingo, 9 de noviembre de 2008

El blues de un superhéroe que (casi) cayó en el olvido Aquaman, personal obra de Diego Velázquez


Aquaman, con Diego Velázquez y Pablo Cura. Dramaturgia: Velázquez en base al libro La fuerza, de Hernán La Greca. Coreografía: Velázquez y Diego Rosental. Diseño sonoro: Guillermina Etkin. Iluminación: Matías Sendón. Dirección actoral: Ciro Zorzoli. Dirección general: Diego Velázquez. Miércoles, a las 21, en el Teatro del Abasto. Duración: 60 minutos. Blog: www.apartirdeaquaman.blogspot.com
Nuestra opinión: buena

Parece ser que Diego Velázquez, magnífico intérprete, es un fanático de los superhéroes. De hecho, hace tres años fue uno de los creadores de Super , trabajo que se presentó en el Festival Internacional de Buenos Aires. En esa ruta, esta vez reparó en Aquaman, aquel personaje que formó parte de la Liga de la Justicia junto a otros héroes con más prensa, glamour, merchandising y mucho más Hollywood que este fulanito que se quedó nadando sus propias y solitarias aguas.

Desde hace tiempo venía con ganas de hacer algo basado en ese personaje acuático creado en 1941. Tan personal fue esa búsqueda -y el resultado final- que, por primera vez, se convierte en responsable de la dramaturgia, protagonista, escenógrafo y director a la vez de esta obra con cierto tono de blues y chispas de un tipo que más que héroe es casi un antihéroe que se la pasa añorando un tiempo que fue hermoso.

En Aquaman , Diego Velázquez recrea su Atlantis con imágenes proyectadas de Mar del Plata -su lugar de origen- entre cornalitos, nostálgicas fotos de edificios cerrados, canciones de Sinead O´Connor y Nick Drake, un corto de animación de Bernardo Greco y cierta frustración existencial por saberse con poderes que ya no generan fanatismo. Entre el olvido, cierto dejo de rencor y la soledad que se apodera de su mundo, construye a esta criatura (y al espectáculo en sí mismo) en el cual conviven momentos de una bellísima y cautivante poética con escenas de aguas más turbias en términos dramatúrgicos.

Acompañado en escena por Pablo Cura (¿especie de domador de una kermesse en la que Aquaman hace su número?) y con coreografía suya y de Diego Rosental (excelente dúo), el trabajo interpretativo de Diego Velázquez está a la altura de lo mostrado en Decidí canción , Los sensuales y 23.344 . O sea, fácilmente podría integrar la Liga de la Justicia de los mejores intérpretes locales.