jueves, 19 de febrero de 2009

Entrevista a Nahuel Pérez Biscayart


Joven actor de extensísima carrera en teatro y televisión. Ha hecho de huérfano, de travesti y de freaky cinéfilo con la misma naturalidad con la que día a día se mezcla con sus amigos y su habitualidad cotidiana. EscribiendoCine charló con uno de los actores que vienen (o ¡ya vino!) con todo.

¿Cómo fue que de pronto te reconozcan por la calle?
A veces sí, a veces no. La gente se olvida rápido. Es gracioso cuando la que me reconoce es la chica que trabaja en American Express. Que me dice: “ey!, te hago una pregunta... ¿vos trabajaste en Los Mansos?” (La obra basada en el idiota de Dostoievsky) y eso es lindo.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Estar con gente. Y más cuando estoy con gente que admiro, que disfruto, que quiero cerca, Verónica Llinas un gran ejemplo de eso que siento.

¿Te acordás del casting de Tatuado?
Si. Claramente. Con Jime Anganuzzi. En un escritorio. En una sala de Puente Producciones. Sentados a una mesa leyendo la escena en la que Paco cuenta la historia del día que lo tatuaron. Ahí conocí a quien sería mi primer director Eduardo Raspo, fuente de dulzura y picardía.

¿Sentís que Martín Piroyansky, Inés Efrón y vos son los actores que se vienen?, desde afuera da la sensación de que la van a romper (más aún).
Error, ya vinimos! Son mis amigos. Y si gustamos, ¿que más feliz? Nada más lindo enterarme de que voy a actuar con ellos. Ine fue la dupla más hermosa que tuve al actuar en las clases de Nora. Es parte de mi vida. Martín otra persona de mi vida. Si hablamos de romperla faltan unos cuantos… Nahuel Viale, Guadalupe Docampo, Ailin Salas! Y mas… más!

¿Quién te contacta para filmar una versión de 12,50 Pounds de Robbie Williams?
Nahue Lerena. Por medio de Marquitos Odasso y Emma Miño.

¿Ves cine?
Si.

¿A qué actor admirás? (¡Ojo!, te pregunto “admirás” y no ¿cuál es tu espejo bla, bla, blá)
Ufh… Miles. Me gustan actuaciones más que actores. A los que admiro los admiro por lo que hacen, pero mucho más por personas que son. Por experiencias compartidas. Me gusta mucho Verónica Llinás.

¿Qué te dejó Cara de Queso – Mi Primer Ghetto?
Jugar con el cuerpo. Pegarme un ojo con mastik. Decolorarme todo el pelo del cuerpo. Afeitarlo. Intervenirlo. Ariel Winograd y su mirada estimulante. Vivir una sensualidad de verano en country que nunca había vivido. Actuar con actores que admiro. Mi gata de toda mi vida que se murió. Un momento de mi vida de los mas únicos.

Tengo bronca porque me gustaba mucho Aquí No Hay Quién Viva... ¿Qué pasó que dejó el aire?
Plutón sabrá… Lamentablemente no estaba más en el programa cuando terminó.

¿Cuál de tus trabajos fue el que más satisfacción te dio?
Tatuado Aprendí todo lo que después me sirvió para disfrutar más y más de los rodajes. Me conocí en rodaje. Actuando 30 días seguidos. Mucha intimidad con el proceso. Autoconocimiento. Aprendí a mirar a mis compañeros.
Glue El único verano de mi vida que vi nieve caer del cielo. Vivir con gente un mes en una casa en el sur. Atardeceres en el desierto. Escribir escenas actuando, una por una. Un rodaje muy sensual y vital. Admirar el grupo. Disfrutar cena, rodaje, fiesta. Sentirse parte de algo que no queres dejar nunca.
La sangre brota Más fragmentado el proceso. Pero una vez que la vi… wow… que placer de sutiles detalles, de lenguaje cinematográfico, de humor sanguinario. Una obra maestra.

En una entrevista del año 2005 dijiste “Estoy cada vez más perdido”. Hoy, 4 años después, ¿sentís lo mismo?
Aun más. Y ahí está la magia. Y el horror. En no saber a donde todo esto lleva.

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