jueves, 31 de julio de 2008

Las últimas horas de una cucaracha


La directora Beatriz Catani estrena hoy, en Ciudad Cultural Konex, una personal experiencia escénica

Noche de insomnio. Un largo sillón desvencijado. La marcha peronista en versión litoraleña. Penumbra. Tres personajes principales. Uno de ellos, Amelia, sigue con la vista a una cucaracha, la aplasta, la observa. Así comienza Finales, el potente trabajo de Beatriz Catani que hoy se estrena en Buenos Aires después de haber hecho funciones en La Plata -su ciudad natal- y en el Kunsten Festival, de Bélgica.

Cuando Finales estaba en su principio, lo único que sabía Catani era qué no hacer. "No quería repetir los modelos de representación de Ojos de ciervo rumanos o de Cuerpos A banderados (sic); no quería tampoco trabajar en un tipo de teatro más documental, como Los 8 de julio . Entonces, empecé a indagar casi desde la nada en algo que, siendo ficcional, volviera a poner en tela de juicio a la representación. Algo de eso hubo en los inicios del trabajo", dice sobre su especie de Dogma.

Junto al elenco partieron de un texto no teatral basado en imágenes, en impresiones. Era un momento en el cual ella reconoce haber estado en crisis con el teatro, en crisis personal y afectiva y todo eso se mezclaba. "Tampoco queríamos trabajar con muchos artificios, como luces y escenografía. Todo debía estar apoyado en la palabra, en el decir y en las situaciones actorales. Lo único que dio una unidad a todas esas situaciones era el estar observando la muerte de una cucaracha. Ese era el único marco ficcional que nos permitimos. El resto son situaciones que derivan a partir del decir y de los cuerpos", agrega sobre este trabajo que ya tuvo su crítica en estas páginas el año pasado, más que elogiosa, cuando estaba haciendo funciones en La Plata.

Ella imaginaba que la obra (o laexperiencia, se podría llamar) debía durar toda una noche. Hasta imaginó que el título podía ser Insomnio . Pero quedó en dos horas y cuarto, una hora más que la media de la mayoría de las propuestas de la escena alternativa. "En una obra de una hora y cuarto el actor puede controlar y manejar todo. En más de dos horas hay momentos en los que se pierde el ritmo, en los que se pierde control sobre la actuación. Esa zona me interesaba trabajar...", sostiene una de las voces más inquietantes del panorama escénico local.

Como con la mayoría de sus propuestas, Beatriz Catani prepara sus trabajos en la ciudad de las diagonales y, luego, los trae aquí. "Tengo mi vida allá y me gusta trabajar con gente de allá -reconoce quien se la pasa varias horas recorriendo la autopista La Plata-Buenos Aires-. Si bien los tiempos son más largos y más trabajosos, siento que se genera algo más personal porque trabajo con gente formada por mí y tomándonos otros tiempos."

Así es que con esos actores, esa pérdida del control del tiempo, la fuerza de las acciones físicas, el humor latente y un personal devenir mientras una cucaracha se muere se convierten en eje de una poética. Casi al final de Finales , Amelia dice: "Aplasté la cucaracha; sí. La cucaracha se murió, sí. Siempre pensé que si una acción se realiza, se completa, se llega a un fin. Pero no, seguimos y seguimos, siempre aparece una nueva necesidad. No sé. ¿Qué es entonces un final? Yo me voy...".


miércoles, 30 de julio de 2008

TRABAJAR PARA LA MUERTE


El sol el sol su lumbre
su afectuoso cuidado
su coraje su gracia su olor caliente
su alto
en la mitad del día
cayéndose y trepando por lo oscuro del cielo
tambaleándose y de oro
como un borracho puro.

Días de días noches temporadas
para vivir así para morirse
por favor por favor
mano tendida
lágrimas y limosnas
y ayudas y favores
y lástimas y dádivas.

Los muertos tironeando del corazón.
La vida rechazando
dándoles fuerte con el pie
dándoles duro.

Todo crucificado y corrompido
y podrido hasta el tuétano
todo desvencijado impuro y a pedazos
definitivamente fenecido
esperando ya qué
días de días.

Y el sol el sol
su vuelo
su celeste desidia
su quehacer de amante de ocioso
su pasión
su amor inacabable
su mirada amarilla
cayendo y anegándose por lo puro del cielo
como un borracho ardiente
como un muerto encendido
como un loco cegado en la mitad del día.

Presentacion de NAHUEL . . . Premios

martes, 29 de julio de 2008

CUANDO COMPRE UN ESPEJO PARA EL BAÑO...


Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decíme
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez-mis once años-
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré esa soy yo ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos.

Amy Winehouse ingresa de urgencia en un hospital


La cantante británica Amy Amy Winehouse ha sido ingresada de urgencia este lunes en el hospital University College de Londres. Según la agencia británica PA, una ambulancia acudió al domicilio de la polémica artista, al norte de Londres, para después trasladarla al centro sanitario. El portavoz de la cantante, Chris Goodman, ha explicado en un comunicado que la causa de la hospitalización ha sido "la reacción a un medicamento".

A FONDO

El mes pasado el padre de Amy, Mitch Winehouse, tras sufrir esta un desmayo y tener que ser trasladada a un hospital, había declarado que su hija, que sufre un enfisema pulmonar, tenía un problema de salud tan grave que un simple cigarrillo podría dañarla. Pero no acaban ahí los problemas de la joven, ya que a sus altibajos de salud hay que sumarle la condena a 27 meses de prisión impuesta por un tribunal londinense a su marido, Blake Fielder-Civil, por agredir al dueño de un pub de la capital británica y ofrecerle después dinero para que retirase la acusación.

lunes, 28 de julio de 2008

Marlango - La curiosidad pop de Leonor Watling


Inspirada en el parlamento que Tom Waits vocifera en un disco pirata de los años 70, la bellísima actriz y cantante española (¡y angloparlante!) Leonor Watling bautizó Marlango el curioso grupo que comparte en España con el pianista Alejandro Pelayo y el trompetista Oscar Ybarra. En The Electrical Morning predomina un delicado refinamiento pop, con exóticas sonoridades vintage (minimoog, ondas martenot) pero Leonor prefiere ampliar el panorama: “Tocamos en festivales de jazz y de rock indie. Siempre somos los invitados raros, y yo creo que nos gusta, que nos hemos acostumbrado a ello. No hay nada premeditado. Elegimos los arreglos que nos pide la canción”.

CINEMA Watling actuó en Hable con ella, de Pedro Almodóvar, y en Los crímenes de Oxford, convocada por Alex de la Iglesia: “Me explicó que había una escena en la que había que tirarle spaghetti por el cuerpo a una actriz y no se imaginaba otra que no fuera yo. La oferta fue tan absurda y halagadora que me encantó”.

COLABORACIONES The Electrical Morning, el primer disco de Marlango para una multinacional (y su tercer material de estudio, después de sus trabajos en el sello español Subterfuge) incluye participaciones de Miguel Bosé y de Jorge Drexler, pareja de Watling. De hecho, ella es la autora del tema “Dance! Dance! Dance!” en el flamante Cara B de Drexler. “Con Jorge descubrí a Eduardo Mateo, a Martín Buscaglia y a Fernando Cabrera. Y también a Vitor Ramil y Marcos Suzano”, enumera Watling. Entre sus influencias no musicales, elogia la pluma de Banana Yoshimoto, Haruki Murakami y Alessandro Baricco.

Bailame . . .


El grupo Felpita fue formado en el año 2006 con el objeto de generar un espacio de creación, investigación y producción artística. Sus miembros son María José Amén, Diego Freigedo y Caio Grau Baena. Su primera producción fue el unipersonal “Púrpura”, con Diego Freigedo. Desde el 10 de julio están presentando su obra "Bailame", en el Teatro La Comedia, Buenos Aires.

domingo, 27 de julio de 2008

ALGO HUELE A PODRIDO


La misma intelectualidad que machacó siempre -justamente- a tipos como Alvaro Vitali o Benny Hill, acepta dentro del canon cultural un texto como «Hay que purgar a Totó», tan escatológico y falto de gracia como cualquiera de las películas del «Jaimito» italiano o el sátiro inglés, aunque avalado por la etiqueta de clásico. Georges Feydeau estrenó esta sátira social de niños estreñidos y orinales en 1910.Comedia costumbrista, con visita a un hogar burgués que puede hacer medrar al anfitrión, los verdaderos protagonistas son, sin embargo, un cubo de aguas fecales y un laxante, que arruinarán el lucrativo negocio. Hay poca sorpresa vodevilesca: la función es la crónica de un fiasco anunciado desde que aparecen en escena la insoportable esposa y el hijo malcriado.

La bella escenografía de Jean Pierre Vergier, de ángulos imposibles, subraya ese punto cercano al absurdo que tiene el texto: no es Jardiel, pero algo se intuye... Y en ella el director francés, que repite con Nuria Espert y Jordi Bosch después de «Play Strindberg» -otro combate conyugal, aunque de más altura-, vuelve a ofrecer una interpretación enérgica y acertada del texto. La Espert había pregonado su salto a la comedia. Lo cual no es exacto: sigue, de hecho, haciendo de Medea; en rulos y bata de ama de casa zafia, pero incapaz de escapar a la frase lanzada como un puñal, sin entender los matices del humor. A su lado, en cambio, un gran Jordi Bosch conquista con cada gesto de sorpresa, con la exasperación y el hastío de su personaje, en una interpretación memorable. Gonzalo de Castro sabe leer con inteligencia sus papeles y lo hace una vez más en su «cornudo», breve pero divertido. Con su metro cincuenta de gamberrismo, Tomás Pozzi resulta un niño repelente como el estreñido Totó, pero de eso se trata.

Mujeres en el baño


Partiendo de la famosa pregunta ¿qué hacen tanto tiempo las mujeres en el baño?, se despliega este universo que habla de las mujeres desde ellas mismas. Mujeres desesperadas, poéticas, irónicas, enojadas y perdidamente enamoradas, fusionan el sueño y la realidad, en un espacio que cambia constantemente su forma.

Picadilly
Corrientes 1524 - Capital Federal
4373-1900
Horarios: jue vie 21:00, sáb 21:00, sáb 23:00, dom 21:00.

Textos mas textos . . .


La muerte disfrazada de sombra, la sombra disfrazada de muerte. Siempre esa cara de orto seco que tenés. Nunca me regalaste, nada, ni un caramelo chucola, ni un par de galochas me regalaste, nada, siempre esa cara de orto seco, ni una sonrisa. ¿A dónde fueron a parar mis vendimias, mis yogurts, mis manjares? Desde donde la escuálida muerte ha venido a posarse sobre el inmenso palacio de la buena suerte, a dejarnos sin nada. Mala

vida, puta hija, hija puta. Me lanzaré desde el pico del cerro Uritorco

rodando hasta pegar la cabeza contra una piedra para morirme, para que tengas culpa, Me arrancaré los dientes con una tenaza uno por uno. Traición, canibalismo, antropofagia. Enormes sartenes llenas de brazos, piernas y ombligos, lenguas ardidas en laridos, cueros cabelludos, tele mezclada con un caldo de Knorr Suiza, un chorro de vino tinto de gracia y al fuego. Con ello se va a hacer

una enorme albóndiga gigante que arrasará con los cien barrios

porteños. No me cabe la menor duda

viernes, 25 de julio de 2008

miércoles, 23 de julio de 2008

Play back

Tuna - Dulce deleite

Tuna - El Indio

La Soledad


Esta limitación esta barrera
esta separación
esta soledad la conciencia
la efímera gratuita cerrada
ensimismada conciencia
esta conciencia
existiendo nombrándose
fulgurando un instante
en la nada absoluta
en la noche absoluta
en el vacío.

Esta soledad
esta vanidad la conciencia
condenada impotente
que termina en sí misma
que se acaba
enclaustrada
en la luz
y que no obstante se alza
se envanece
se ciega
tapa el vacío con cortinas de humo
manotea ilusiones
y nunca toca nada
nunca conoce nada
nunca posee nada.
Esta ausencia distancia
este confinamiento
esta desesperada
esta vana infinita soledad
la conciencia.

sábado, 19 de julio de 2008

Ma MARE . . . Trailer

funny MICHAEL . . .

Esta noche, me celebro y me canto . . .


Escrita por el propio Muscari, que la dirige junto a Mariela Asensio, la obra es un biodrama, una confesión pública.


Demasiado ego", así podría llamarse la obra que José María Muscari lleva a escena los sábados. Un detalle levemente fastidioso, aunque no tan condenable si se tiene en cuenta que el formato es la autobiografía. Dejando de lado el trip yo, yo, yo, yo, Crudo resulta divertida, tierna, entretenida, graciosa.

Dividida en ejes temáticos la obra recorre las obsesiones del dramaturgo de 30 años, otrora ¿auto? marketineado como el niño rebelde del under. Y creador de En la cama (en cartel), "mi éxito comercial", como él mismo definirá más adelante.

Items recorridos: Muscari y la obsesión por el fitness, la musculación y los suplementos dietarios. Muscari y la obsesión por la belleza. Muscari y el fantasma de la obesidad de su padre. Muscari y su emotiva familia pobre sin cobertura social. Muscari como hijo único. Muscari y sus deseos de ser padre.

Todo comienza con la imagen. "No tengo la belleza que me gustaría", se queja el dramaturgo mientras corre sobre una cinta de gimnasio. "No soy tan feo ni tan lindo, estoy en una especie de término medio que no me alcanza". Un drama que parecería no superar los 2 cm de profundidad. Aunque impacta escucharlo en tiempos en donde todo el mundo se esfuerza por mostrarse satisfecho y feliz. "Eso que odio de la belleza es exactamente lo que me gustaría ser", agrega.

Después vendrá la familia. Y será esa irrupción proletaria en el coqueto reducto palermitano (por parte de un ícono de lo moderno), de lo más interesante del espectáculo. Así aparecen ellos, proyectados, sonriendo (sin dientes, el padre), en la cocina humilde. Orgullosos del hijo que triunfa haciendo lo que le gusta. Eso que muchos se esfuerzan por esconder, Muscari lo lleva a escena. Y resulta luminoso. Y querible.

"El va a seguir luchando". "Te quiero", le dice a cámara un padre híper sensible. Podrían ser los padres de todos, tan barriales y auténticos. Alejados de poses. Una forma de ser argentino que quizás desaparecerá para siempre con estas últimas generaciones. Los monólogos se alternan con coreografías al son de música disco y reggaetón, a cargo de Muscari y tres ayudantes. Como fondo, proyecciones de sus mails y fotos familiares.

Hay un apartado para los arrepentimientos. Por haber sido muy exigente y soberbio con un determinado elenco, Por el "desastre teatral" que fue Desangradas en glamour y por los 86.000 dólares "que malgastó" Palito Ortega. Por haberse aburrido de su anterior pareja. "Espero aprender para esta nueva", invoca.

A la salida, algunos -haciendo lo que él mismo pide- no lo saludan, reclaman las honduras penosas y abismales de un filme como Tarnation, suerte de video- diario personal del norteamericano Jonathan Caouette que mostraba a su madre esquizofrénica en un exorcismo cinematográfico. "¿Por qué no ahondar en esa locura del fitness y los suplementos?", demandan "¿Por qué no ir más allá?". Darle una vuelta más al tema de la belleza, no es él el malo que por no tenerla la critica, ¿no es un problema del afuera desearla tanto?

Quizás porque en la familia Muscari hay más amor. O quizás Muscari no busca exorcizar nada. Ya lo trató en análisis, lo asimiló y ahora (que además consiguió novio, Juampi, como lo anuncia y lo muestra en la obra), la vida le sonríe, está contento con quién es. ¿Está mal eso?

viernes, 18 de julio de 2008

EL OLVIDO . . .


Cuando una boca suave boca dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.

Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...

Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.

TE ESTOY LLAMANDO . . .


Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.

Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.

GARREL . . . el mejor

jueves, 3 de julio de 2008

Noche de Reyes - William Shakespeare


Con un reparto compuesto íntegramente por hombres (incluidos los personajes femeninos de la obra) Declan Donnellan (Cheek by Jowl) dirige en ruso y con actores rusos una de las comedias de madurez de William Shakespeare, Twelfth Night (Noche de Reyes).
«Oscuridad y luz, las dualidades del bien y del mal y las posibilidades del travestismo, son aspectos explorados con humor y precisión por Donnellan, el escenógrafo Nick Ormerod y su asombroso elenco ruso, que aparece en escena como una de las más divertidas bandas de bossa-nova que hayan podido verse nunca», ha dicho el diario The Guardian de Londres sobre esta Noche de Reyes.

Reparto
Alexander Arsentiev
Alexei Dadonov
Mikhail Dementiev
Sergei Demidov
Alexander Feklistov
Ilia Ilyin
Alexei Koryakov
Andrei Kuzichev
Yuri Makeev
Dmitri Shcherbina
Anton Shurtsov
Igor Teplov
Igor Yasulovich
Mikhail Zhigalov

Nuevo Espectaculo . . .


Solo puedo decir que estoy armando algo muy lindo que me tiene muy ilusionado . . . ya les iré contando mas cosas en cuanto pueda . . . Espero que estén todos en el estreno, tengo mucha ilusión, creo que esto es lo me hace seguir adelante a pesar de tanta mierda . . . Besos los quiero y ya les contare.

El Descueve, unos chicos clásicos y modernos


Hace 15 años, Ana Frenkel, Carlos Casella, Gabriela Barreiro, María Ucedo y Mayra Bonard se conocían porque sí, o porque el mundillo de la danza es (¿o era?) pequeño, o porque, salvo María y Mayra, que venía del taller de Margarita Balli, el resto eran alumnos del taller de danza del Teatro San Martín.

Y, cosas de la vida y de las búsquedas artísticas, tuvieron onda (así, sencillamente). Tal es así que apenas dieron los primeros pasos pusieron en práctica un sistema que luego definiría el esquema de producción que aplicaron durante años: el de dirigir alternativamente números que, en aquel momento, presentaban en Cemento, en el ParaKultural, en Recoleta...

Al poco tiempo, Mayra y María propusieron hacer un trabajo que, justamente, se llamó "Criatura". Y como en El Descueve (de ellos, señor lector, se trata esta nota) hay muchas rarezas, la obra la estrenaron en un festival que se desarrolló en Colombia. De aquellos tiempos a los actuales pasaron 15 años. Y como están de cumpleaños lo festejan, a partir de hoy. reponiendo "Hermosura" y "Patito feo" en el Paseo La Plaza. O sea, tiran la casa por la ventana.

Pero volvamos al principio. En algún momento de los días fundacionales, Ana Frenkel dijo: "Esto es un descueve", una expresión que para los chilenos -ella había estado viviendo allí- significa que algo es maravilloso. El término se impuso y sirvió para denominar al grupo.

"Cuando comenzamos éramos unos adolescentes un poco más preocupados por las cosas. Ahora ya no", dijo hace cinco años Mayra Bonard en un reportaje publicado en esta sección. Su afirmación es bien cierta. De hecho, si los dos primeros montajes se trataban de atrapantes ensayos sobre el movimiento en espacios vacíos, con el tiempo se volvieron más despreocupados y hasta incorporaron el humor.

Dicen que con el mundo de la danza no se llevan/llevaban muy bien. "Sentimos que no encajábamos, que no existíamos, que no éramos del todo comprendidos. Que por más que el nombre El Descueve esté dando vueltas, no hay nada ganado", apuntaba Carlos Casella hace poco. Tiene razón porque al principio fueron como una especie de patitos feos de la danza contemporánea.

Mayra, por ejemplo, en otra entrevista confesaba que los espectáculos de danza le resultan un tanto aburridos. Ana Frenkel, en 1993, en otras declaraciones, decía: "No se nos pasaría por la cabeza trabajar en una comedia musical para ganar dinero". Si se quiere, chicos malos (tampoco tanto), pero coherentes en sus declaraciones públicas a lo largo del tiempo. Va otra declaración de Frenkel en la misma línea: "No nos proponemos ser un grupo under o marginal". Es cierto, tanto que festejan los quince años en plena avenida Corrientes sin aparentes conflictos éticos/ideológicos con sus raíces.

Un diario norteamericano dijo que ver un espectáculo de El Descueve era más impactante que ver la CNN. De todos modos, hay algo cierto: en todos los espectáculos se las ingeniaron para manejar casi a la perfección el impacto visual, para desentrañar el mecanismo del efecto escénico y, paf, pegar duro ahí.

Apenas comenzaron a moverse pisaron fuerte. La primera temporada que hicieron fue en el desaparecido Galpón del Sur en donde presentaron "Criatura" y "La fortuna". Rareza de las rarezas, llenaron la sala con un público que seguramente no pagaba ni una moneda por entrar a un teatro porque les parecía aburrido.

Claro que a fuerza de romper con ciertos moldes, casi desde el principio lograron tener un público propio. Tanto que en 1992 la revista La Maga contaba que cuando hicieron una presentación de "Corazones maduros" en el ICI, el tercer montaje en el cual sumaron bailarines invitados y cinco kilos de naranja por función, había cola para conseguir entradas. La crónica narra que cuando abrieron las puertas hubo una avalancha de 300 jóvenes ¿Eso lo generó un grupo de danza? Sí.

La misma energía copaba el escenario cuando en "Todos contentos", trabajo de 1998, los cinco agarraban una pila de platos y la destrozaban contra las paredes del escenario de El Callejón de los Deseos para horror de una familia que vivía al lado de la sala. Pero allí iban ellos, allá van.

¿Eso es lo que pienso?

La foto de promoción de aquel espectáculo era un primerísimo primer plano de la vagina de una de las bailarinas de El Descueve. "Cuando vi la foto me resultó un poco cruda. Después me colgué mirándola y ahora me parece linda, casi como un dibujo japonés", apuntaba en otro reportaje María Ucedo. En ese mismo espectáculo Carlos Casella decía: "Volá, saltá, confiá". Y ellos volaban, saltaban y confiaban en sus propias energías.

Saltemos a "Patito feo", el montaje que reponen hoy. Allí, Daniel Cúparo, artista invitado, canta "Déjà vu, vos sos mi déja vu", una bella petit canción de Diego Frenkel, otra verdadera pata fundamental de El Descueve, como lo es el compositor Diego Vainer. Tal es el vínculo que tienen con la música que varias veces fueron teloneros de La Portuaria, el grupo de Frenkel (Diego, claro; hermano de Ana, claro); o estrenaron "Corazones maduros" en Prix D´Ami, una disco que estaba en Belgrano. Y sea de la mano de Frenkel o de Vainer, van de la electrónica al pop romántico como si nada.

Luego de ese montaje, que ya presentaba elementos de danza-teatro o teatro-danza (concepto un tanto impreciso y reversible) vino un verdadero mazazo. Es que en 1995 fueron los seres alados de "Villa Villa", el show de De la Guarda. Eran los que corrían por las paredes, los que hacían lo que querían con el espacio. Y eso fue una verdadera bola porque de Recoleta pasaron a Londres y de ahí a plena Union Square, de Nueva York. Es decir, se instalaron en el centro del mundo del espectáculo pensado en dólares.

Ahora mismo podrían estar haciendo "Villa Villa" en Mar del Plata porque esa vaca todavía da buena leche. Pero se bajaron y manejaron sus límites en medio del mareo que produce un boom así. Y cuando se recuperaron se mandaron con "Todos contentos" (ése, el de los platos que hablábamos antes que tenía mucho de cómic, de videoclip, de un culebrón mexicano y de un erotismo siempre presente en la producción descueviana).

Gente completa

Sin querer, hicieron escuela. Formaron público, lo fundaron. Sin querer, se convirtieron en referentes. Queriendo, invirtieron en cada aspecto de la producción (cuidadas fotografías, edición de CD, auspiciantes y todas esas cosas que la mayoría de las veces la producción alternativa no sabe, no quiere, no contesta). Así fue que vino la "oficialidad": los llamaron del Teatro Colón y del Teatro San Martín para hacer algo. Eso sí, supieron preservarse de todo intento burocratizador.

En estos dos últimos años se mandaron con "Hermosura", que ya paseó por varias salas y que reponen mañana, y "Patito feo", montaje que en la última versión presentada en el Abasto alcanzó un interesantísimo punto de maduración.

De este modo llegamos a la fiesta de quince de El Descueve, uno de los grupo de danza-teatro (o de teatro-danza, como quiera) más viejitos del panorama local. Y como ya curtieron teatros medios desvencijados, lo más top del circuito internacional o el mismo sótano del Colón; ahora se mandan al Paseo La Plaza, a plena avenida Corrientes donde pasarán el veranito porteño haciendo programa doble.

Así son ellos: superficiales, eléctricos, obsesivos, primitivos, eróticos, modernos, profesionales y desprejuiciados. En fin, El Descueve.