jueves, 21 de agosto de 2008

Maruja Bustamante: Una mirada personal . . .


Actriz, dramaturga y directora. Desde esta semana tendrá dos obras en cartel y armó el novedoso proyecto Suiza.

Con 29 años, Maruja Bustamante es una de las directoras más inquietas y personales de la nueva generación del teatro alternativo porteño. Su modo de creación dibuja, luego de la pesada herencia del teatro producido por los consagrados de los noventa, cierto esbozo de una teatralidad genuina en el contexto de producción donde inserta sus espectáculos.


Es actriz, dramaturga y directora y actualmente tiene en cartel Adela está cazando patos y este fin de semana reestrena Mayoría, destacado trabajo acerca de la revuelta del mayo francés, que hizo una breve temporada en el Centro Cultural Rojas.

Además, junto a Lisandro Rodríguez, coordina Suiza un proyecto de perfomances que se realizan cada quince días en La Casa del Hombre Elefante, donde jóvenes actores y directores testean algunos de sus materiales.

Y por último, en cine, acaba de terminar su participación en un documental sobre el poeta Néstor Perlongher, dirigido por Santiago Loza (Extraño, Cuatro mujeres descalzas). De ese modo, Maruja Bustamante traza las coordenadas de su autenticidad, con una mezcla de estética naif, rigurosidad y presencia ineludible en el panorama teatral porteño.

La nota se hace en una de las habitaciones de su casa, espacio despojado de muebles y sillas, ubicado a pocas cuadras de Lavalle y Callao. Mates y alfajorcitos de chocolate son la consumición que acompaña la charla. Mientras su asistente y amigo Gael Policano Rossi ceba mates, Maruja Bustamante cuenta que se formó con Helena Tritek, quien la dirigió en varias puestas. Realizó, entre otros homenajes a poetas, Pessoa a persona, con textos de Fernando Pessoa donde compartió escenario con Luciano Cáceres y Alejandro Viola, del grupo Los Amados.

"Empecé a tomar clases con Tritek a los 17 y me marcó profundamente. Una de las cosas que me transmitió fue el amor por la poesía — dice—. Ella es muy tímida, no le gusta que la adulen mucho. Algo de esa humildad me enseñó mucho, porque me transmitió cómo un artista tiene que manejar el ego, que no tiene que perderlo, pero tiene que manejarlo. Pero un día Helena me dijo que tenía que hacer mis cosas, que debía montar mis propias obras y no estar más detrás de alguien como asistente y me largó. Después de eso, me quedé bastante tiempo desconcertada."

Maruja tardó, pero volvió al teatro con la dirección de Fronterizos, una obra del ciclo Teatro x la identidad; también dirigió Si no vuelvo, no te asustes, en la fábrica recuperada IMPA. A la par, gestó desde 2005, en el teatro El Cubo, uno de los primeros festivales de la escena Queer en Argentina cuya próxima edición se realizará en 2009. En ese mismo teatro del Abasto, el año pasado estuvo a centímetros de dirigir a Leticia Bredice y María Fernanda Callejón. "Fui a un casting, no sabía para qué era, y me enteré que era para una obra escrita por Leticia Bredice: La cola del avión. Bredice me pidió que la dirija —recuerda—, pero no me animé. En ese momento sentí que no iba a poder con la situación, veía la masividad que tenía Leticia cada vez que entrábamos a un bar para charlar y eso me dio un poco de miedo".

Mayoría, que se reestrena este fin de de semana es un espectáculo sobre el mayo francés que se estrenó en el Centro Cultural Rojas. Aquí, Bustamante ideó una puesta basada en cierta iconografía y en consignas de la época con un elenco de catorce actores. La alquimia resultó extraña. "Tenía miedo de dos cosas: no quería una obra paródica ni solemne. Necesitaba que los chicos entendieran qué es comprometerse. Les dimos textos de El manifiesto comunista, El Capital, el Manifiesto feminista, un poema de Pessoa. Eran todos muy jóvenes, estaban lejos de cualquier fragor revolucionario, pero esos textos los arengó en algo. La idea de Mayoría es interpelar directamente al público, todos los que vienen salen contentos o turbados. No saben qué les pasa." -



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