jueves, 17 de mayo de 2007

Momentos


Que el sol resplandezca sobre su podredumbre hasta cocerla a punto y devolverla a la naturaleza. Que el cielo contemple su osamenta magnífica expandirse como una flor. Tal vez, detrás de aquella roca una perra intranquila te mire con los ojos airados, acechando el momento de recuperar en tu osamenta el apetecido bocado. Y sin embargo igual serás a toda esa basura, a toda esa horrible infección, la estrella de mis ojos. Sol de mi vida entera, tú, mi ángel y mi pasión. Si así tiene que ser, hermana mía, después de mis últimos rezos, cuando bajo la hierba florida y lujuriante te enmohezcas entre los huesos, entonces dile a los gusanos, que te devorarán a besos, que yo guardo la forma y la esencia divina de este amor descompuesto.

1 comentario:

RETRATOS DE ROBERTO ALAMO dijo...

No sé si este texto es tuyo. En cualquier caso es una prosa poética que por momentos puede ponerte los pelos como escarpias. Enhorabuena, Tommy.

Besos.