Alguna vez comprendere que no tengo que confiar en la gente, no en toda claro esta, una vez mas se viene el mundo abajo y yo con el . . .Cuanta desilusión, pero bueno pronto estarás fuera de mi vida . . . estoy dispuesto a arrancarte si es necesario, no mas perdón, no mas ayuda, ahora los dos solos contra el mundo . . . y esta vez voy a ganar yo.
1 comentario:
Estás en todo tu derecho al cantar lo siguiente: "Alguna vez comprenderé que no tengo que confiar en la gente...". Lo dicho, estás en tu derecho, mas esa elección me hace recordar algo : En cierta ocasión, un conocido compró una casa. La amuebló, puso el gas, el agua, la electricidad etc, etc...una vez ya había organizado toda la casa para intentar vivir en ella lo más cómodamente posible, me dijo: "Mañana entro, por fin, a vivir en mi casa. !Qué maravilla!!. Sólo me falta poner los cerrojos". Esto último me hizo pensar, y claro, le pregunté por lo de "los cerrojos", a lo que el me respondió (cambiando por completo el rictus de su cara): "Joder, le voy a poner a la puerta cinco cerrojos para ponerselo difícil a los ladrones".
Y lo decía en serio, y le puso no cinco sino seis cerrojos a su preciosa casa, y yo nunca comprendí
porque daba por seguro que le iban a robar (cuando lo normal en la vida es que no te roben), y nunca comprendí porque la prioridad con respecto a su casa no era el disfrute de la misma, sino la defensa de "su parcela", y nunca comprendí porque colocó seis cerrojos dorados (lo juro, yo los ví)mutilando la preciosa madera de su puerta, y al salir de su casa aquel día tuve la demoledora sensación de que un día le robarían, y dos meses y medio después le robaron y destrozaron casi por completo la casa. Y comprendí, también, que aquel chico (no sé en que profundidad o corazón de su deseo) deseaba firme e ineludiblemente, ser robado.
Un beso enorme Tommy.
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